Constantes no constantes

Domingo aburrido, encerrado en casa... Llega la noche y tengo que escribir algo. En la tele no han dado nada interesante, desde la ventana no he visto nada tampoco, así que hoy toca estrenar mi sección de curiosidades y dudas existenciales.

Para empezar, ¿qué es una constante?

En ciencias, especialmente en física, se denomina constante a aquella magnitud cuyo valor no varía en el tiempo.

Nada que la mayoría no sepamos. Conocemos varias constantes, entre ellas las constantes físicas fundamentales. La más conocida es la constante de estructura fina, que determina la magnitud de la interacción electromagnética entre fotones y fermiones, en términos sencillos, la constante de estructura fina determina lo fuerte que es la interacción electromagnética, comparada con otras.




Vale, y todo esto... ¿para qué? Pues para explicar lo que podría dar lugar al fin del mundo tal y como lo conocemos.


Resulta que en el 1996 una investigación astronómica descubrió que los fotones emitidos por un quásar lejano se comportaban de forma extraña. La absorción de luz que producían dichos fotones determinaban que dicha constante había variado, produciendo estos cambios.

¿Qué significa esto? Pues que si las constantes, esos números que pretenden ser sempieternos e invariables, pueden no ser tan constantes como nos pensamos, cualquier cosa que se rija por una constante (es decir, prácticamente todo en este mundo) puede ser objeto de cambio imprevisiblemente. Un cambio de una milésima parte de un millón en uno de estos valores podría hacer que, por ejemplo, desapareciera un ser humano, una casa, o incluso el planeta en el que vivimos.

Se sigue investigando sobre la invariabilidad de las constantes, intentando determinar qué produce estos cambios, y si es tan alarmante como aparenta. De momento seguimos aquí, pero por si acaso, vivid todos vuestros días al máximo, no sea que mañana no nos despertemos... o nos falte un brazo.